Tancats de Mília i l'Illa

Humedales Artificiales en la Albufera

El Tancat de Milia tiene 33,4 hectáreas y está situado en el municipio de Sollana, a orillas del lago de L’Albufera. El Tancat de L’Illa ocupa 16 hectáreas y se encuentra en el Perelló (Sueca) junto al Estany de la Plana (una de las conexiones del lago con el mar).

Ambos humedales artificiales tienen funcionamiento similar. Hasta la fecha son alimentados con agua del lago que es bombeada a la cabecera de sistema. Se espera que próximamente se puedan alimentar también con el efluente del tratamiento terciario de las EDAR de Sueca y Albufera Sur. Tras pasar por sus diferentes fases el agua es devuelta al lago con una notable mejoría en su calidad.

3.2.1. Tratamiento subsuperficial

La primera fase del tratamiento consiste en hacer pasar el agua por un lecho de gravas. Durante esta fase se producen tres procesos:

-          La falta de luz propicia la muerte del fitoplancton.

-          Se produce un efecto físico de retención de sólidos en suspensión, similar a un filtro de carbono de un acuario.

-          En la superficie del lecho de gravas crece vegetación cuyas raíces atraviesan las piedras alimentándose de los nutrientes presentes en el agua.

Se trata del proceso más efectivo en lo que se refiere a depuración de agua, aunque no aporta resultados importantes en lo que a biodiversidad o regeneración de hábitats se refiere.

3.2.2. Tratamiento superficial

Tras pasar por gravedad por el lecho de gravas, el agua sigue su curso a través de varios subsectores inundados con agua a diferentes profundidades y con distintas coberturas vegetales. Se trata del tratamiento superficial. El agua circula lentamente mientras las plantas y las bacterias continúan su natural trabajo de  depuración del agua. Estos sectores, si bien son artificiales, recrean condiciones idóneas para la fauna, típicas de hábitats en regresión.

3.2.3. Lagunas finales

Antes de devolver el agua al lago de L’Albufera tanto el Tancat de Milia como el Tancat de L’Illa cuentan con unas lagunas finales. En ellas se pretende recrear a pequeña escala los efectos positivos  que esta agua más limpia puede tener, a nivel ambiental, antes de diluirla en la masa acuática de L’Albufera. Es aquí donde en un futuro se espera poder regenerar las praderas de vegetación acuática que en su día llenaban buena parte del lago.